Category Archives: Desde Blogger (demasiado viejo)

Blame it on Borges

Tenemos una cruz que cargar: No existe nada nuevo bajo el sol.

Humanidad metete tu Make it new por el culo. 

Todos los libros están escritos pero nosotros no hemos leído ni la cuarta parte

Salud por la literatura japonesa.

 

Eisègesis *

No se bien si los inicios de cada persona marcan su rumbo. Recuerdo claramente el día que supe que tenia que escribir, mis padres tenían una discoteca en Manta como trabajaban de noche habían adecuado su habitación para dormir de día, sin querer crearon el cuarto mas gogotero de la calle 17 (Manta es como New York, numerada) con paredes grises, alfombra obscura, foco de muy poco voltaje y una puerta que lo único que le funcionaba era el seguro. Ahí escribí mi primera historia, tenia nueve años. Se trataba de un nieto y su abuela, de ciudades divididas, como casi todo lo que he llegado a tener en esta vida, perdí ese texto en algún descuido.

Con la llegada del llamado de tripa, llego mi amor por los libros.

Debo reconocerlo no entre por la puerta grande a la literatura, a la vuelta de mi casa había una librería que se llamaba “Vida Nueva” (ahora creo que es un joint que pregona la literatura que ama al señor…) ahí tenían una sección bastante amplia de literatura infantil; la colección de Torre de Papel era mi preferida. Los libros que mas recuerdo oscilaban entre niños que perdían su ombligo, un benefactor de piernas largas, una niña secuestrada que escribía cartas, lunáticos con hermanas llamadas libertad, adictos al chocolate, cazadores de nubes y sí, las Gemelas de Sweet Valley. En mi defensa declaro que la escuela era un lugar hostil y esa era mi única referencia literaria para ser chévere.
No recuerdo bien si en ese tiempo fue que llego esa colección que me presento el mundo, mundo que aun no tiene ninguna compasión conmigo. Disculpándome por no decir la casa editorial, hace unos diez años salieron una colección de comics que recopilaba, de una manera magistral, clásicos de literatura, eran a full color, papel couche y en español. Por esa colección conocí a Moby Dick, Lazarillo de Tornes, Viaje a la Luna, Don Quijote (mi favorito) Una Canción de Navidad, 2.000 leguas de Viaje Submarino. No puedo dejar de nombrar la edición ilustrada de Las mil y una noches que había en mi casa, ese libro gigante en el estante mas alto donde mi mama, con los cachetes rojos, lo había escondido cuando me encontró revisando detenidamente la orgía en la que le habían puesto los cachos al rey persa ese que indignado lo olvido todo en la boca deSherezade la cual recopilo a mejor antología de la historia. La enciclopedia de los gnomos, enmarañada por mi hermana menor.
Nunca respetamos los libros, los llevábamos a todos lados, los leíamos, los cambiábamos por cosas de menos valor, los revisábamos peligrosamente con un helado amenazante derritiéndose en nuestras manos, aportábamos con colores, con curiosidad impertinente.
No pienso que uno es mejor por las cosas que lee, ni que la TV te hace bobo (yo soy adicta a la TV y eso no prueba nada pero procuro no decirme boba indirectamente). Todos tenemos un buen recuerdo con nuestros primeros libros, me queda la duda que si nos hemos hecho peores o mejores lectores.

Luego vinieron con “perfect time of Arrival” la MetamorfosisHesse y suDamiánlos cronopios, pero yo ya era otra. Ya pensaba que me las sabia todas y estaba buscando ayuda para sobrevivir la post edad del burro.

Deposite en las cajitas su primera vez en los libros, ya que las primeras veces están tan de moda en esta batalla mediática.

* palabra proporcionada a mi vocabulario con el auspicio de Nashira.

Los exploradores (escrito por Don Baucis*)

Sólo la noticia de su muerte revivió el recuerdo de Julia Orlando. Luego del entierro, apenas escampó y estuve seguro que no me encontraría con nadie, volví a la finca en que se asiló y no había cambiado en cuarenta años. Abatido por su ausencia, me quedé en la entrada para no encontrar intactos los cercos de árboles, la maleza tupida, el terreno fangoso y la casa que nunca vi de cerca. La casa en que vivió es decrépita y el jardín recóndito ya en mis primeros recuerdos; los desvalijadores de barrios pobres se decepcionaron, porque dentro dieron sólo con pertenencias más miserables que las propias. Después los niños convirtieron el jardín salvaje de la Orlando en terreno de juegos; como lo hicimos nosotros, sólo que amenazados por quien nunca se dio a conocer ni dejó que nos acercáramos. Ese espacio abandonado no sería el campo de nuestras exploraciones al acecho sigiloso de su mirada; jinete admirable, disparando cerca y fallando a propósito, todo porque sí, como si esperara que llegáramos para que ella pudiera hacer lo único que quiso en vida: guardar un secreto.

La enterramos sin ceremonias en el Cementerio General, ante un juez gris que se guardaba de la lluvia con un periódico abierto sobre la cabeza y los sepultureros que se rompían la espalda echando tierra al pozo de lodo, dentro del que había desaparecido el cofre marrón que le compré. Vi todo desde el arco del portal del cementerio, mojándome porque la estructura no me protegía de la lluvia lateral. Regresé a la tienda poco después que el juez volviera a su despacho y los sepultureros se cansaran de apisonar suelo falso. Llovía menos, pero la cuneta sobre la que emprendí el camino de regreso ya estaba enfangada. El fango me recuerda a Julia. Esa tarde en la tienda se habló de ella a través del espejo de la muerte. Es verdad que no le interesó la proximidad del mundo y prefirió lo contrario; sembró árboles en sus terrenos escabrosos, recanalizó el río para empantanar las tierras y dio libertad a la maleza para que copara espacios y devorase en silencio.

A nadie le importó confirmar los motivos que tuvo Julia Orlando para aislarse. Junto a sus capataces montaba guardia a toda hora en busca de merodeadores a quienes hacía disparos de advertencia. No recuerdo que entre nosotros haya habido alguien que llegara a las inmediaciones de la casa, el miedo impuso distancias, cualquier intento de internarse paraba en seco con un balazo que moría apagado en el fango a nuestros pies. Nos contentábamos con pasar la noche en los lugares que conocíamos mejor y en los que aprendimos a ocultarnos para ver a Julia y sus hombres buscarnos como si no supieran dónde estábamos. Cuando corrió la noticia que ahí no había nada para robar y los últimos exploradores de su solar crecieron, fue como si Julia no hubiese existido.

Dejé de frecuentar sus predios cuando empecé a trabajar en la tienda. Me contaron que las pocas veces que aparecía, no la acompañaban cinco jinetes con fusiles como de joven comprobé, sino un peón viejo armado de cuchillo y cayado, ambos acechando las sombras que faltaban entre la maleza y la hiedra parásita de nuestros escondites. Desde que se quedó sola en la finca no salió a hacer la ronda por su cuenta y riesgo. En general salía poco. Sobrevivía cazando aves migratorias, comiendo verde o maíz tostado; hubo quien le adjudicó un protector urgido de culpa que le enviaba una pensión; otros decían que su suerte era sobrenatural. Nadie se atrevía a darla por muerta. Era de las personas que se estancan en una edad y la aparentan el resto de sus vidas. No se presentaba seis meses o dos años y cuando menos, aparecía de ninguna parte con dinero corriente en la tienda de abarrotes y se llevaba provisiones de harina, cereales y conservas para decenas de personas. Yo la ayudaba a embarcar todo en una carreta jalada por una yegua, también sin edad. Julia tomaba el camino hacia el este y seguía penosamente a campo traviesa hasta que la tragaba la espesura de la vegetación de su finca. No me daba cuenta del tiempo transcurrido, ni que la tienda se llenaba de artículos importados, que empedraron la calle y que luego la asfaltaron, que ya no vendía tantas velas ni lámparas de aceite, salvo cuando llegaba Julia y me pedía artículos que salieron del mercado. Nunca hablamos, pero así nos hicimos amigos auténticos, aunque sólo mientras revisaba el pedido, lo actualizaba de cualquier manera y subía todo a la carreta.

Cierto mediodía de domingo con poco movimiento, la escuché llegar cuando el motor del interprovincial se opacó a la distancia y la carretera se sumió en una pausa. A la distancia, la luz plana y potente la convirtió en un espejismo de la capa asfáltica. Montaba rígida e inexpresiva sobre el asiento de la carreta; la sequedad de su gesto se transmitía al compás monótono de su yegua. Los del pueblo eran demasiado jóvenes como para saber algo de ella o recordar las historias con las que crecí. Julia sostenía las riendas por fuerza de costumbre; hebras libres de cabello ceniciento le caían sobre ojos, sólo dejaban ver un poco del mentón pálido. Despaché aprisa el cliente que estaba atendiendo, era el único ese momento, de modo que me quedé solo en la tienda. Esperaba cada llegada de Julia, pero también me indisponían; una mirada suya, la revisión de los los enceres, cargar la carreta mientras ella contaba los billetes nuevos con los que me pagaba y escucharla agradecerme cuando fustigaba a su yegua con un golpe de rienda para partir, era enfrentarme al misterio que nos guardaba de la muerte y estaba prisionero y estancado en su finca impenetrable.

La yegua se detuvo –conocía el camino de memoria– pasé un limpión sobre el mostrador y me acodé a esperar; en medio de ese recogimiento y en contraste con el calor del mediodía, escuché que el motor de las congeladoras arrancó y que el aire acondicionado soltaba gas frío. Julia Orlando, sin mirar a otro lado que no sea el punto invisible entre sus pies y la grupa de su yegua, suspiró como si hubiese encontrado algo. No bajaba; ya había tenido que ayudarla a descender de su asiento o a sostener la puerta abierta desde que la edad la volvió lenta y débil. Antes de acercarme, tras la puerta del local cambié de opinión. Aun cuando era temprano, di vuelta al rótulo de cerrado y giré la perilla para echar seguro. No quería salir hasta que refrescara, menos a esa realidad sin secretos que la yegua memoriosa olfateaba intranquila.

Don Baucis amigo de este blog (segundo texto posteado es de el) y mio, nunca comenta y creo que nunca lee (aunque me jura que si) , en todo caso es un buen lector disfruten mucho de su texto inspirado en mi queridisima abuela (aunque no es mi abuela eh!) . 

La Vuelta al Papel (Escrito por Alvarete)

Escrito por el one and only @alvereteg 

Luego de ojear el contenido de esta revista, me siento obligado a proporcionar a los lectores que han preferido dedicar su tiempo a leer mi artículo algo de entretenimiento. No es fácil competir con algunos de los artículos de esta revista, sobre todo cuando mi mejor cualidad, frente a los ojos de los desconocidos, es tener un nombre que empieza con la “A”. Alfabéticamente, es una bendición, y si todos nos rigiéramos por tan estrictos cánones de orden, no tendría que preocuparme por atraer su atención. Pero dado que es fácil asumir que las exigencias irán más allá que una simple cuestión de letras, me conviene darle un poco de peso a mis palabras. La idea original era un título con signos de interrogación, algo con una cierta finalidad, puntualizado dubitativamente, a modo de gancho. Y menos pérdida de tiempo, eso es definitivo. Pero la costumbre se interpuso en mi camino, y terminamos en esto:

La inevitable introducción.

Que manera más fácil de ahuyentar a los lectores. Ahora que la mitad de ustedes han pasado la página, tratando de ahogar sus penas con el crítico de turno, puedo hablar con más soltura. No espero que sepan quién soy, pero les contaré un poco de lo que he hecho: durante los últimos tres o cuatro años, pasé de ser un colaborador eventual de revistas y periódicos varios a un colaborador dedicado de blogs y magazines de internet, probablemente antes de que todo las hordas salvajes invadan el ciberespacio con sus páginas personales dedicadas a las increíblemente aburridas minucias de su vida diaria. Y, a pesar de la mala fama que ese movimiento ha traído al “online journalism”, no se me ocurrió nunca volver a escribir para medios tradicionales. Las ventajas del internet son muchas: el feedback de los lectores (para bien o para mal), los hipervínculos, la facilidad de publicación, la ausencia de límites de espacio… A pesar de todo esto, ha llegado el momento de dar media vuelta y darles una segunda oportunidad a los medios tradicionales…

No estoy aquí para menospreciar a los cientos de miles de personas que se pelean por darse palmadas en la espalda unos a otros y decirse “¡Tu blog es lo máximo!”. Es más, subestimar la masificación de la tecnología sería, por decirlo de manera elegante, una estupidez. Lo que yo estoy dispuesto a aceptar es que la homogeneidad que se espera de una publicación en toda regla es algo imposible de lograr en un medio anárquico como el internet. No digo que sea algo imposible de lograr con los nuevos medios, pero es fácil mirar en nuestro entorno y ver que todos los esfuerzos por lograrlo han terminado en rotundos fracasos, y siempre la música de fondo era “Mucho dinero se fue al tacho”. ¿Es una revista nueva una apuesta segura? No, pero si esto fuera un casino, mi dinero no estaría sobre la nueva publicación virtual. En las palabras del Pasajero 57, “Always bet on black”.

Nada me gustaría más que poder prometerles algo más entretenido para la próxima columna, pero probablemente será algo así, marginalmente relevante al tema en cuestión. Pero como el triunfal recorrido de Seinfeld por la televisión nos demuestra, a veces las cosas más tangenciales son las más satisfactorias.

Pesadillas necesarias

Recientemente se armo un revuelo peluqueresco alrededor del III Congreso Internacional sobre la lengua española a celebrarse en Argentina.
Al parecer el chisme iba porque no lo habían invitado a García Márquez, para que vean que el chisme le gusta a todo el mundo, sobretodo a los periodistas.
Se decía que no lo habían invitado al Gabo porque la ultima vez se lanzo una reforma que, de ser cumplida, haría llorar de alegría a los niños en el tercer grado. Resulta ser que el Gabo,y muchos nos sentiremos identificados con esto, tuvo que luchar eternamente con su mala ortografía ( o su ausencia de ortografìa, como les parezca mejor).
Kitschner rapidito mando a decir que si no lo invitan esos dinosaurios lo invita el a la Argentina, y que Gabo es bienvenido a esta cuando quiera.Saramago, que al parecer también es fan del chisme, dijo que si no iba elGabo no iba el (y saco la lengua cuando lo dijo).
Todo se aclaro (aunque en los periódicos de acá no he visto ninguna aclaración a pesar de que el problema fue expuesto en toda una pagina) cuando el Gabo salio a decir que el siempre se ha sentido invitado por la academia y que no va porque se aburre en esas cosas, ya que desde que se gano el Nóbel se la saca de todos esos congresos y honoris causa (cada uno a la finales es dueño de su vida no?).

Y esto me lleva a una discusión: La calidad, porque la ortografía y la gramática se las ataca por eso lado. ¿Por qué un texto tiene que responder a la tiranía del lenguaje? ¿No que el arte es libertad? A continuación mi opinión: Yo pienso que es esencial conocer las herramientas del lenguaje, que mucho daño se hace con esa percepción de que no hay que hacerle caso a la academia, y se le hace daño a los recién iniciados. Si quieres destruir una cosa tienes que conocerla de lleno. Tienes que ser implacable con lo que quieres deconstruir.
Todo el mundo puede ser un buen escritor o cualquier cosa que se proponga hacer, y uno escribe principalmente para uno, pero mostrar un texto es un trabajo de seducción, y la seducción requiere estrategia. No es una cuestión de status quo o de querer hacer a un lado a las nuevas propuestas, porque la verdad es que en mi experiencia los escritores consagrados reciben mucho mejor un texto de algún escritor nuevo que sus propios compañeros nuevos.
La sencillez y transparencia no quiere decir simplicidad en el proceso.
Hasta el mismo Gabo, que es el portaestandarte de todos los que dicen que la ortografía y la gramática no sirven para nada, recalca la importancia de las mismas.
Yo pienso que los surrealistas fueron mal interpretados en ese asunto de la inspiración, porque leyendo las cartas de Julio Cortazar a su editor deRayuela, es impresionante la precisión de los detalles incluso en los cortes de las páginas.

El conocimiento, pienso yo, debe servir como método de agudizamiento del placer de leer y de escribir. No le haga caso a los pretenciosos, a la gente que se tira los pedos con antena porque ha leído màs, están perdidos en su ego. Pero hágale caso a la genialidad de la humanidad, està presente solo para hacernos la vida más placentera.

Revelada y otro poema. Por Sexy Sadie

De poesía no sabia nada hasta que conocí a Nicanor Parra y a Dylan Thomas, ahora no se casi nada, pero ese casi, me sacudió.

Agradezco a Sexy Sadie Bloggera, en algún lado del mundo mi tocaya y además colega.
Espero que el placer sea todo suyo. Me toco escoger y fue una tortura porque todos los poemas juntos tenían más sentido que aquí hecho retazos. Pero son propiedad de Locura Extraordinaria, aquí nomás un debut.

Buen Provecho…

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Solo somos lo que queda del incendio
algo así como un cortocircuito.
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REVELADA
Me revelo perturbadora
inquietante
entre palabras del viento
viento de hielo.

Soy yo
derecha y revés
cayendo imparable
por un túnel creado por mí
(caída larga).

Entrego hasta la última gota
siento cada huella de tus manos
bailo hasta la última nota
etereotipo de todo lo humano
en el túnel de la pasión innatural

Me revelo inquietante
en la película sensible
de una vida de a 2
entre cada tramo de la chocante espera
que estoy condenada a soportar
por amor
por ilusión
por estúpida crónica.

Me reflejo pura
en tu mirada ausente
cuando estás de lejos y es tu voz la que no me alacanza
un espejo transparente nos atraviesa el alma
incapaz de romper la conexión latente
profunda,
inconsciente.

Le doy vuelta a mundos ilógicos
vivo porque me da la gana
y me revelo clara y fuerte
(tal vez tuya)
me revelo con cada sintáxis elemental
del romance continuo
con que sueño mi futuro de goma.

Me doy con ganas
me revelo eterna
como una cicatriz
que trae mejores recuerdos
y me saco la locura
le permito descubrirme
con la facilidad de siempre
mi fragilidad divina.

Después ya nada queda
un alma desnuda que llora
en el abismo interior de un pecho
al que le falta el aire a veces
que guarda un corazón danzante
que late con cada labio
que envuelve mi revelación de a ratos.
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Trillado Genero

De esto ni me acuerdo

Estaba leyendo el libro de Rosalía Arteaga que se llama La presidenta: el secuestro de una protesta (Guayaquil, 1997). Donde Rosalía cuenta como le quitaron vilmente la presidencia, ni mas ni menos que por ser mujer, yo le aumentaría, leyendo paso a paso lo que le sucedió toda esa semana negra, que también se la quitaron por ser cojuda.

En este libro usted no va a encontrar ni un solo resquicio del Mea Culpa correspondiente, yo no le discrimino a Rosalía que haya sido Binomio de Bucaran, buen ojo tuvo, fue binomio justo cuando gano, tampoco le recrimino que ella haya querido ser presidente, porque ella TENIA que ser presidenta, y si creo que tiene mucho que ver con ser mujer, pero ella utilizo el asunto del genero en su contra, en vez de a su favor. Se victimizo y por ser una dama no mando a la mierda como debía que mandar. Porque si, dándole la razón a lo Behavioristas, una buena puteada puede cambiar la historia.
Yo nunca me he sentido tan triste por este país como cuando lo nombraron a Fabián Alarcón presidente Interino, a mi el ex presidente me cae mas mal que Julio Iglesias (y solo dios sabe como odio a Julio Iglesias).
Pensando en esto las coincidencias conspiraron otra vez y recibo un mail de Nashira, muy conchudamente nombro este mail que me mando, contándome sobre un articulo que salio en el universo, donde se hace una pequeña reseña de la historia de los movimientos de genero empezando por las feministas francesas. El hombre empieza diciendo que mas sabe el diablo por viejo que por diablo… tomando en cuanta de que esta hablando de las mujeres en la política, (no esta hablando de genero esta hablando de la relación hombre mujer que no es lo mismo) nos esta diciendo que no sabemos un carajo.

Para terminar con esta obra magistral, el ultimo parrafo. Kamikaze intelectual le diría yo.

¿Consecuencias? Ya podrán írselas imaginando. Ahora que estamos en tiempo de elecciones, con una Ley de Cuotas que fija unos porcentajes crecientes en favor de la no discriminación y en razón del sexo, hasta llegar a la igualdad de oportunidades para los hombres y las mujeres en las listas de candidatos, me imagino que con similar derecho, fundándose en el mismo artículo constitucional, alguna vez reclamarán su porcentaje no discriminatorio, en razón de su “orientación sexual”, los homosexuales y las lesbianas, los travestís y muchos más. Como van las cosas, quizá algún día hasta la pederastia se reconozca como “orientación sexual”.

No mijo lindo, los estudios de genero no hablan de mujeres machonas. La cosa es mucho mas complicada que eso.
Una vez me dedique por cuestiones de la vida a estudiar literatura femenina, yo estaba muy escéptica en este asunto, me reventaron la cabeza todas estas mujeres, como ya hablamos con las cuarentonas, el genero se entiendo como construcción social, hace rato que se dejaron de identificar `enemigos` esas cosas no son posibles en el panóptico que nos ha tocado vivir, pero eso no nos salva de que cuando pases por la calle con una falda te griten mamita y que si eres homosexual podrás ser comparada con el mayor descaro con un pederasta en el periódico mas importante de la ciudad.

Por otro lado esto del genero se vuelve muy propicio con el problema dela ley de cuotas en el Ecuador, nuestro propio estilo de discriminaciòn positiva, yo pienso que las desigualdades se arreglan de otra forma, habría que ataca al discurso en este caso, siendo el genero un problema de imaginario cultural. Al fin de cuentas, con una constitución tan progresista como la del 98 (bastante opend mind) el estado debe ser coherente con lo que predica (ya que siempre se ha preocupado tan puntualmente de ser prudente). En todo caso las organizaciones de la defensa de la mujer (CPEM y demás) del Ecuador tienen toda la razón, la ley esta siendo irrespetada y aquí nadie dice nada.

¨Mi Recinto¨ es una caca

Mis viajes por la zona rural de Ecuador estan teniendo buenos resultados.
Ya deben saber, pero nunca esta de más repetirlo, hay mucho mundos pero todos pertenecen a este (para ser cortazariana cito mucho a Borges).

La gente del campo no es gil, no existe tal cosa como ¨el pueblo¨ eso se lo inventaron los sociólogos y después se lo tomaron para otros fines los políticos.

En todo caso estoy abriendo una encuesta. Por que son una mierda las percepciones.
¿Ud. cree que la humanidad vale la pena?. 
Soy una persona llena de fobias, no se si le pase a todo el mundo pero siempre que estoy en una situación me imagino todas las formas en que las demás personas me pueden lastimar, ejemplo, Cuando camino por la calle. También suelo imaginarme como podría morir en ciertos momentos. Se estaba volviendo mas y mas común esto. Yo si creo que es normal.
Esto me pasa desde que me convencí de que la seguridad no existe. La única cosa que me permite levantarme todas las mañanas es la gente que llego a conocer, al menos en esta época se esta agrandando el numero, que me parece …. brillante. Si, más que la gente buena, me despierto por la gente brillante.

Se me acaba de ocurrir un nuevo ejercicio… Voy a ponerme a escribir las mejores muertes que me imagine en estos días. A lo mejor si lo hago consiente se me va la fobia a todo, me acabo de dar cuenta que en este momento me siento muy segura.

Funny

Por favor yo se que esto le pasa a todo el mundo, bueno por lo menos a las tres almas errantes que por curiosidad o pena pasan por aquí.

Están invitados.

Hablando huevadas de nuevo Edipa @ 15:43